Recientemente alguien me preguntó: ¿Cuándo concluirá el tiempo de gracia? Esta pregunta muchas veces la he escuchado, pero nunca había tenido que responderla. Aquí quiero compartir lo que encontré en la biblia al respecto. Al hablar de la culminación del tiempo de gracia, se hace referencia al periodo durante el cual el mundo tendrá que vivir delante de un Dios justo y santo, sin ningún tipo de mediación por parte de Jesucristo, Su hijo. Dice el apóstol Pablo,
“Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.” 1 Timoteo 2:5
Hoy, en este justo momento, todavía Cristo se encuentra a la derecha del Padre intercediendo por nosotros como nuestro Sumo Sacerdote. El mismo apóstol lo escribió de esta manera,
“Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.”Hebreos 4:14-16
Jesús conociendo nuestras flaquezas y debilidades (porque Él mismo vivió en esta tierra como humano) pide a Su Padre que todos aquellos que queremos hacer Su voluntad, que queremos apartarnos del mal y del pecado, seamos perdonados de nuestras faltas y pecados. Cristo se pone en lugar nuestro y presenta a Su Padre Su justicia en nuestro favor. De esta forma nos extiende Su gracia y misericordia. Pero esta gracia no está disponible única y exclusivamente para los que hemos creído, sino para todos aquellos que quieran aceptarlo como su Salvador. La misericordia de Dios hoy es manifestada a todo el mundo. A pesar de los desastres naturales que vemos ocurrir con tanta frecuencia, como el terremoto que hubo ayer en Italia, estos acontecimientos serían mucho peor si no fuera porque Dios todavía tiene compasión de este mundo. Dios todavía hoy está protegiendo a la humanidad, y solo permite que Satanás ejerza su obra de destrucción de manera limitada.
La historia del patriarca Job nos ilustra claramente que pasa cuando la protección de Dios es retirada. Dios le dio permiso al enemigo para hacer lo que quisiera con este siervo fiel Suyo. En un brevísimo tiempo, Satanás acabó con todo lo que Job tenía. El diablo utilizó a los sabeos para quitarle sus quinientas yuntas de bueyes y quinientas asnas. También, utilizó fuego para quemar en un instante a siete mil ovejas y sus pastores. Además hizo que los caldeos le robaran tres mil camellos. Finalmente el enemigo de Dios levantó un torbellino o un ciclón o algo por el estilo, para derribar la casa donde se encontraban reunidos los hijos del patriarca, y matarlos a todos de una vez. Sus siete hijos y tres hijas murieron juntos en aquel momento. Todo eso ocurrió simultáneamente. Hoy el mundo no ve desastres más devastadores y frecuentes porque todavía la protección de Dios está presente. Esto, porque todavía hay tiempo para que todos aquellos que quieran venir a los pies de Cristo puedan hacerlo. El periodo de gracia aun está abierto para la humanidad completa. Sin embargo, llegará un momento en que Cristo dejará de interceder por el ser humano, y todos aquellos que no le hayan aceptado en sus vidas serán responsables por sus propios pecados. En el Apocalipsis Juan escribió:
“Y me dijo: No selles las palabras de la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca. El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía. He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.” Apocalipsis 22:10-12
Como podemos ver, cuando Cristo concluya Su intercesión celestial, cada caso será decidido. Unos del lado de la justicia, otros del lado de la maldad. Unos estarán sellados para vida eterna, mientras que a otros solo les esperará condenación y muerte, Juan 5:29. Pero la pregunta que se me hizo fue, ¿Cuándo ocurrirá esto? Podríamos hacer la misma pregunta de la siguiente manera, ¿Cuándo será que Cristo dejará de interceder y pronunciará esas palabras halladas en el Apocalipsis? La respuesta que puedo dar es: Saber la fecha específica y el momento exacto no está a nuestro alcance. Jesús dijo:
“No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad…” Hechos 1:7
Solo Dios sabe cuándo será que Cristo concluirá Su obra expiatoria en el cielo. Solo Él tiene ese conocimiento. La especulación con fechas para ciertos eventos bíblicos futuros no forma parte del evangelio de Jesucristo. No obstante, sí podemos tener una noción de cuando se estaría acercando el momento. Jesús dijo a Sus discípulos lo siguiente con respecto a Su segunda venida:
“De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca.Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas.” Mateo 24:32, 33
Las señales de los tiempos nos indican que cada día que pasa estamos más cerca del segundo advenimiento de nuestro Señor. Esto lo vemos en la corrupción moral que impera en el mundo, en los desastres naturales que mencione más arriba, en la crisis económica mundial, en las enfermedades y guerras. En fin, el mundo actual parece ir a la deriva. Aunque no podemos saber el momento justo cuando se cierre la gracia, sí podemos percibir que se está acercando. Y por lo leído en Apocalipsis 22:10-12, podemos deducir que el fin de la gracia ocurrirá un poco de tiempo antes de la venida de Cristo. Es decir, que Dios correrá bastante con el ser humano. Él siempre ha sido así, Su gracia se extiende siempre un poco más allá, tratando de alcanzar al hombre. Pedro escribió:
“El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.” 2 Pedro 3:9
Pero lamentablemente, no todos aceptarán la salvación ofrecida al mundo actual, así que Dios pondrá fin a Su misericordia para este planeta tarde o temprano. En la biblia tenemos dos ejemplos que nos muestran que sucede cuando Dios retira Su misericordia. El primero es la historia del diluvio. Dios dio a la humanidad un periodo de ciento veinte años de gracia. Durante ese tiempo, Noé sirvió de instrumento para advertir al mundo de la inminente destrucción que se avecinaba. Pero al parecer nadie hizo caso. Todos tuvieron oportunidad de salvación hasta un día. Cuando Noé entró al arca y Dios le cerró la puerta, cada caso quedó decidido. Cada suerte echada. Los que estaban dentro del arca serían salvos, los que estaban afuera perecerían. Durante siete días nada aconteció, pero ya todo estaba fijado. Unos para vida, otros para muerte. Jesús dijo:
“Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre.Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca,y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre.”Mateo 24: 37-39
El segundo caso bíblico que nos ilustra cómo será el cierre de la gracia actual lo vemos en las ciudades de Sodoma y Gomorra. Aunque no se nos dice por cuánto tiempo Dios soportó a estas ciudades impías, al parecer fue bastante. Al punto que Dios mismo descendió del cielo para “ver” por si mismo el “clamor” de estos impíos asentamientos humanos. Génesis 18:20, 21. Cuando los mensajeros de Dios llegaron a las puertas de la ciudad de Sodoma, fueron recibidos por Lot, quien los albergó en su casa, y todos conocemos el resto de la historia. Mientras Lot permaneciera en la ciudad, Dios no podía destruirla, pero cuando él y su familia la abandonaron, hasta ahí llegó la gracia de Dios. Jesús también dijo:
“Asimismo como sucedió en los días de Lot; comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban;mas el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos.”Lucas 17:28, 29
En ambos casos, en los tiempos antediluvianos y en las ciudades de la llanura podemos ver que el tiempo de gracia se prolongó por periodos extendidos. La misericordia de Dios corrió bastante con los pecadores. Sin embargo, llegó a su fin. Si comparamos los periodos de gracia o misericordia con los periodos en que se había agotado la gracia, nos damos cuenta que los momentos sin gracia fueron cortos. En el caso de Noé, vemos ciento veinte años de gracia en contra de siete días sin más oportunidad de salvación. En el caso de Lot, las ciudades de la llanura tuvieron un tiempo indefinido de gracia, pero hasta un día.
Puedo concluir entonces mi respuesta a la pregunta que me hicieron diciendo lo siguiente, en el tiempo actual Dios todavía nos extiende Su gracia y misericordia. Él ha corrido y está corriendo con nosotros para que vengamos a Sus pies. ¿Por cuánto tiempo más Él hará eso? No sé. Pero si sé que será hasta los últimos momentos antes de la venida de Cristo, dando tiempo para que todo aquel que pueda ser salvo lo sea. Despues del cierre de la gracia, cuando Cristo cese Su intercesión, dice el profeta Daniel:
«En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro.» Daniel 12:1
En ese tiempo futuro, la humanidad será dejada a merced de Satanás y la ira de Dios será derramada sin mezcla de misericordia. Solo los que, como Noé, hayan decidido entrar en la salvación serán protegidos. Aquellos que, como Lot, hayan escapado por sus vidas no serán destruidos. Ahora bien eso es en un tiempo futuro que no sabemos exactamente cuando será. Pero, una cosa tenemos que tener en cuanta, el tiempo de gracia de la humanidad no es el mismo que el tiempo de gracia individual. Porque en el momento que alguien muere, su tiempo de gracia acaba. No hay segunda oportunidad después de esta vida. Es por esto que como cristianos debemos ponernos en las manos de Dios constantemente y pedir que Su misericordia sea con nosotros. No sabemos cuándo podemos morir, así que sería bueno que oráramos siempre como aquel publicano:
“Dios, ten misericordia de mi pecador.” Lucas 18:13
Hoy todavia gozamos de la gracia Divina. Hoy es el día de salvación. Aceptemos el llamado Divino a vivir vidas piadosas y santas ahora mismo.