Persecución UPS

El 5 de diciembre de 2019 la ciudad de Miami fue conmovida por el trágico y fatal desenlace de una persecución policial. Dos hombres armados intentaron robar una joyería en Coral Gables, un sector exclusivo de la parte sur de la ciudad. Sin embargo, los dependientes de dicho negocio activaron una alarma silenciosa, y rápidamente la policía de la zona frustró dicho atraco. 

En el lugar hubo un momentáneo intercambio de disparos, y los atracadores, en su huida, secuestraron un camión del servicio de paquetería UPS, junto a su chofer, un joven de 27 años de edad. Luego de un par de horas de persecución a través de las diferentes autopistas del sur de la Florida, en una intersección al norte de Miami, ya en otra localidad, donde los asaltantes no podían continuar huyendo por razón del tráfico de la hora pico, el desenlace dado no fue como otros vistos en situaciones similares.

Yo mismo estoy «acostumbrado» a ver en YouTube persecuciones policiales, y casi todas terminan cuando a los que huyen se les acaba el combustible, la policia les revienta las llantas, o la policía hace una maniobra para virar el carro de los ladrones hacia atrás, y de esta manera dañarle el motor, imposibilitandoles continuar la huida. Luego de esto los agentes del orden proceden a encañonar, y a demandar que los delincuentes salgan con las manos arriba, caminen de espaldas, y se coloquen en el suelo.

La ciudad de Los Angeles, en California, es conocida como la capital de los Police Chase o persecusiones policiales. Estos tensos episodios no son parte de algún Reality Show ni mucho menos, pero sí son muy bien grabados por los helicópteros, tanto de la policía como de los canales de televisión que les dan seguimiento, y el hecho es transmitido en vivo con algunos segundos de retraso por si sucede lo que sucedió en el sur de la Florida antes de ayer. 

Sin embargo, en el caso de Miami, el manejo que la policía dio a esta persecución dejó mucho que desear. En medio del tráfico de las tres o cuatro de la tarde, una veintena de policías abrieron fuego contra los atracadores dentro del camión de UPS, a pesar de saber que su rehen aun estaba visiblemente con ellos. Si has visto los caminos de UPS o FEDEX, te habrás dado cuenta que la carroceria de los mismos es una hoja de lata que no ofrece ningún resguardo contra impactos de bala. Aunque tienen puertas deslizables, estas siempre están abiertas. En esta ocación los policías no solo dispararon indiscrimidadmente contra el camión, sino que también usaron los carros de los otros choferes detenidos en el semáforo, en ese momento, como protección, y desde detrás de ellos continuaban disparando. 

No importa si los atracantes comenzaron a disparar primero, la intersección llena de personas inocentes no era el lugar adecuado para una respuesta tal de parte de las autoridades encargadas de la protección de la ciudadanía. Ver los videos en las redes sociales da escalofríos.

Imaginate que estás en un semáforo, y de repente tres policías están disparando “a lo loco” utilizando tu carro como escudo. ¿Qué hacer en un caso así? En uno de los videos se puede apreciar a varios chóferes chocando a los carros de enfrente, y empujándolos, con tal de quitarse de en medio de la balacera, mientras que la policía trataba de esconderse tras ellos y continuar disparando.

Según escucho, más de 200 balas fueron disparadas en un minuto. Al final, cuatro personas perdieron la vida, incluyendo el chofer del camión UPS, y un señor que estaba sentado en su carro en dicho semáforo esperando que cambiara la luz de rojo a verde. Poco me lo hallo para lo que sucedió en esa intersección. El joven empleado de UPS, según escuché, era padre de dos hijos, de origen ecuatoriano, y quien cubría ciertas rutas de UPS de vez en cuando. Éste era su segundo día cubriendo esa ruta especifica. ¿Quién le advertiría que moriría ese día, y de esa manera?

Es en estos momentos cuando la gente dice que cada quien tiene su hora de morir. Y eso es cierto. Dios sabe cuando cada uno de nosotros tendrá que partir de este mundo, y eso puede que suceda el día menos pensado, en el lugar menos pensado, en la forma menos pensada, y en el momento menos pensado. Es por eso que es de muy suma importancia que nosotros consagremos nuestras vidas a Dios cada mañana. Al salir de nuestras casas por las mañanas, nada nos garantiza que regresaremos a ellas por las noches. 

Mil cosas pueden pasar durante el día que escapan a nuestro control. ¿Quien pudiera pensar que en un semáforo, un señor detenido por la luz roja, que no tenía nada que ver con lo que estaba ocurriendo a millas de distancia, perdió la vida sentado en su carro? Dicho sea de paso, hace más de un año también aquí mismo en Miami un puente peatonal de la universidad FIU, recién inaugurado, y declarado como un nuevo adelanto tecnológico de construccion, se desplomó momentáneamente, cayendo sobre varios carros que estaban debajo esperando el cambio de luz de otro semáforo casualmente, matando a todos sus ocupantes, y dejando varios heridos. 

Tenemos que tener bien en claro que nada nos garantiza la vida durante todo el día que nos encontremos dando vueltas en la calle, a no ser por la protección de Dios. Pero aun así, no sabemos cuando Dios permitirá que esa protección sea retirada, por algún motivo que no sabemos y no entendemos, y tengamos que pasar al descanso. 

Con esto no quiero decir que tenemos que andar temerosos en la calle ni mucho menos, pero está clarísimo que mil cosas pueden pasar en un momento. Lo lamentable no sería perder la vida de repente, sino perder nuestra salvacion eterna por no tener nuestras cuentas arregladas con el de arriba. 

Así que sería bueno que nunca salgamos de nuestros hogares en las mañanas sin elevar una oración al cielo, pidiendo el perdón de nuestros pecados, confesándolos delante de Dios, y encomendando nuestras vidas a Él para que nos cuide durante todo nuestro día por delante. Cada día que pasa, las calles y avenidas de nuestras ciudades son cada vez más peligrosas de una forma u otra. Así que no descuidemos pedirle a Dios la unción de su Espíritu para cada día de nuestra vida. Pidamos a Dios que nos otorgue la vida eterna si hemos de bajar a la tumba ese día. 

Es mi oración que Dios consuele a todos aquellos que han perdido familiares de maneras tan trágicas y fatales como las que hemos vivido recientemente aquí en Miami.

Foto tomada de: wowktv.com