Demos un vistazo a la vida de un hombre llamado por Dios para guiar al mundo de las tinieblas del error a la luz de una fe más pura, este hombre fue: Martín Lutero. El unico temor de Lutero era el temor de Dios, y no reconocia ninguna otra base para fundamentar su fe, fuera de las Sagradas Escrituras. Por medio de Lutero Dios realizó una gran obra para traer la reforma e iluminar al mundo. Lutero surgió del seno de la pobreza. Su padre quería que el fuese abogado, pero Dios tenia un plan diferente. Martin fue hijo de Hans y Margarette Lutero, nació el 10 de nov. del 1483 en Eisleben, Alemania, y fue bautizado el día que se celebraba la festividad de San Martin de Tours.En 1501, a los 17 años, Lutero ingresó en la Universidad de Erfurt. El temor del Señor moraba en su corazón y le habilitó para mantenerse firme en sus propósitos y siempre humilde delante de Dios. Lutero comenzaba cada día con oración y elevaba constantemente su corazón a Dios para pedirle Su dirección y Su auxilio. «Orar bien» decía él «es la mejor mitad del estudio.» Asi que ya lo sabes amigo mio, cuando vayas a estudiar la biblia, toma tiempo para orar. Siendo un joven estudiante Martin Lutero recibió el grado de bachiller en 1502 y una maestría en 1505. Siguiendo los deseos de su padre, se inscribió en la Facultad de Derecho en la universidad. Un día, mientras examinaba unos libros en la biblioteca, Lutero descubrió una Biblia Latina. Jamás había visto aquel libro. Hasta ignoraba que existiese. El había oído porciones de los Evangelios y de las Epístolas que se leían en el culto público y suponía que eso era todo lo que contenía la Biblia. Ahora veía, por primera vez, la Palabra de Dios completa. Con reverencia mezclada de admiración hojeó las sagradas páginas; con pulso tembloroso y corazón turbado leyó con atención las palabras de vida, deteniéndose a veces para exclamar: «¡Ah! ¡si Dios quisiese darme para mí otro libro como éste!».
A lo mejor no lo sabes, pero durante una parte de la edad media, era un peligro tener una biblia. Su lectura era prohibida, y cualquier persona que tuviese una, podia terminar en la carcel o la hoguera. La biblia solo se leia durante los servicios religiosos y el sacerdote la leia en Latin e interpretaba lo que mejor le pareciese. La Biblia que hoy tu puedes leer, o que quizas esta en tu casa en algun estante abierta en el salmo 23, costo la sangre de miles de martires y el sacrificio de sinceros Cristianos a lo largo de los siglos.
Lutero decidio hacerse monje cuando estuvo cerca de la muerte en una tormenta. Abandonó la carrera de Derecho y entró en el monasterio Agustino de Erfurt el 17 de julio del 1505. En el monasterio se le obligó a desempeñar los trabajos más humillantes y a pedir limosnas de casa en casa. Lutero dedicaba todo su tiempo libre al estudio y aun mas, hasta perdia horas de sueño y le robaba tiempo a sus escasas comidas para continuar estudiando. Sobre todo se deleitaba en el estudio de la Palabra de Dios. Lutero encontro una Biblia encadenada en el muro del convento, y allá iba con frecuencia a escudriñarla. A medida que se iba convenciendo más y más de su condición de pecador, procuraba por medio de sus obras obtener perdón y paz. Martin Lutero llevaba una vida llena de mortificaciones, procurando dominar sus inclinaciones naturales por medio de ayunos, vigilias y de castigos corporales. El mismo Martin Lutero mas tarde dijo::»Verdaderamente yo fuí un fraile piadoso y seguí con mayor severidad de la que puedo expresar las reglas de mi orden…. Si algún fraile hubiera podido entrar en el cielo por sus obras de monje, no hay duda que yo hubiera entrado». A consecuencia de esta dolorosa disciplina, Lutero perdió sus fuerzas y sufrió convulsiones y desmayos de los que jamás pudo reponerse enteramente. Pero a pesar de todos sus esfuerzos, su alma agobiada no hallaba alivio, y al fin fue casi arrastrado a la desesperación. Cuando Lutero creía que todo estaba perdido, Dios le deparó un amigo que le ayudó. Johan Von Staupitz. Este piadoso amigo le expuso la Palabra de Dios y le indujo a apartar la mirada de sí mismo, a dejar de contemplar un castigo venidero infinito, y a acudir a Jesús, el Salvador que le perdonaba sus pecados. Una vez Staupitz dijo a Lutero:
«En lugar de martirizarte por tus faltas, échate en los brazos del Redentor. Confía en El, en la justicia de Su vida, en la expiación de Su muerte…. Escucha al Hijo de Dios, que se hizo hombre para asegurarte el favor divino.» «¡Ama a quien primero te amó!».
Estas palabras hicieron una honda impresión en el ánimo de Lutero; asi que después de una larga lucha contra los errores que por tanto tiempo albergaba, pudo asirse de la verdad y la paz reinó en su alma atormentada. Staupitz tambien recomendo a Lutero que comenzara una carrera académica. En el 1507 Lutero fue ordenado sacerdote, y en 1508 comenzó a enseñar Teologia en la Universidad de Wittenberg . Allí se dedicó al estudio de las Santas Escrituras en las lenguas originales, el hebreo y el griego. Staupitz, quien ademas de ser su amigo era su superior, le instaba a que ocupara el púlpito y predicase la Palabra de Dios, pero Lutero vacilaba porque se sentia indigno. Finalmente, despues de una larga lucha consigo mismo se rindió a las súplicas de sus amigos. Su elocuencia cautivaba a los oyentes, la claridad y el poder con que presentaba la verdad persuadía a todos y su fervor conmovía los corazones. En este tiempo Matin Lutero era un hijo sumiso de la iglesia y no pensaba cambiar. Sin embargo, en la providencia de Dios, dos años mas tarde realizó una visita a Roma. Este viaje lo emprendió a pie, y se hospedaba en los conventos que hallaba en su camino. En uno de ellos, en Italia, quedó maravillado de la magnificencia, la riqueza y el lujo que se presentaron a su vista. Los monjes vivian en espléndidas mansiones que estaban dotadas de bienes similares al de los príncipes, se ataviaban con los trajes más ricos y preciosos y se regalaban suntuosa mesa. Lutero Comparo todo aquello que tanto contrastaba con la vida de abnegación y de privaciones que él llevaba, y se quedó perplejo. Cuando ya estaba cerca de Roma vislumbró la ciudad de las siete colinas. Con profunda emoción, cayó de rodillas y, levantando las manos hacia el cielo, exclamó: «¡Salve Roma santa!».
Luego entró en la ciudad, visitó las iglesias, prestó oídos a las maravillosas narraciones de los sacerdotes y de los monjes y cumplió con todas las ceremonias de ordenanza; pero, por todas partes veía escenas que le llenaban de extrañeza y horror. Notó que había iniquidad entre todas las clases del clero. Oyó a los sacerdotes contar chistes indecentes y se escandalizó de la espantosa profanación de que hacían gala los prelados aun en el acto de decir la misa. Al mezclarse con los monjes y con el pueblo descubrió en ellos una vida de disipación y lascivia. Doquier volvia la cara, tropezaba con libertinaje y corrupción en vez de santidad. Con respecto a esto el mismo Martin Lutero mas adelante escribio::: «Sin verlo, no se podría creer que en Roma se cometan pecados y acciones infames; y por lo mismo acostumbran decir: ‘Si hay un infierno, no puede estar en otra parte que debajo de Roma’; y de este abismo salen todos los pecados.'». Poco tiempo antes de que Lutero llegara a Roma, el papa habia expedido un decreto en el cual se prometía indulgencia a todo aquel que subiese de rodillas la «escalera de Pilato», que segun ellos decian, era la misma que había pisado Jesus al bajar del tribunal romano, y que, según tambien aseguraban, había sido llevada de Jerusalén a Roma de un modo milagroso. Un día, mientras Lutero estaba subiendo devotamente aquellas gradas, recordó de pronto estas palabras que como trueno repercutieron en su corazón: «El justo vivirá por la fe.» Lutero se Púso en pie rapidamente y huyó de aquel lugar sintiendo vergüenza y horror.
Hoy en dia, muchas personas necesitan, al igual que Lutero, comprender el significado de este texto biblico registrado enRomanos 1:17 «El justo vivirá por la fe». Es triste ver que miles y millones de personas piensan lo mismo que Lutero pensaba. Creen que para ganar el perdon de los pecados hay que hacer alguna penitencia impuesta por algun sacerdote, o que contastantemente deben confesar sus pecados a un hombre con los mismos pecados que ellos. La biblia nos dice que Dios nos declara justos cuando nos arrepentimos sinceramente de nuestros pecados y nos apartamos de ellos. Solo confiesa tus pecados a Dios en oracion y pidile que con Su poder te ayude a vencer el pecado. Esto se llama la justificacion por la fe. Una vez mas el texto es Romanos 1:17; y como solia decir un amigo mio: Ese texto marquelo, subrayelo, resaltelo, memoricelo, practiquelo, compartalo. Ese pasaje bíblico nunca dejo de ejercer una poderosa influencia en el alma de Martin Lutero. Desde entonces vio con más claridad que nunca el engaño de confiar en sus obras para su salvación y cuán necesario es tener fe constante en los méritos de Cristo. Sus ojos se habían abierto y ya no se cerrarían jamás para dar crédito a los engaños de la iglesia papal. Al apartarse de Roma, su corazón tambien se apartó.
Lutero había formulado el voto solemne de estudiar cuidadosamente y de predicar con toda fidelidad y por toda la vida la Palabra de Dios, y no los dichos ni las doctrinas de los papas. Ya no sería en lo sucesivo un mero monje, o profesor, sino el heraldo autorizado de la Biblia. MartinLutero declaraba firmemente que los cristianos no deben admitir ninguna doctrina que no tenga apoyo en la autoridad de la biblia. Nosotros tambien, hariamos muy bien si seguimos este principio. Tu mi amigo, mi amiga, no debes aceptar nada que no se encuentre fundado en un asi ha dicho Jehova. Martin Lutero advirtió que era peligroso ensalzar las doctrinas de los hombres en lugar de la Palabra de Dios. El mensaje que Lutero predicaba a las ansiosas muchedumbres, era muy precioso . Nunca antes se habían oído tan hermosas enseñanzas. Las buenas nuevas de un amante Salvador, la seguridad del perdón y de la paz por medio de Su sangre expiatoria, regocijaban los corazones e inspiraban en todos una esperanza de vida inmortal. Así fue como en Wittenberg se encendio una luz cuyos rayos iban a esparcirse por todas partes del mundo y que aumentaría en esplendor hasta el fin de los tiempos. Pero, la luz y las tinieblas nunca pueden conciliarse. Entre el error y la verdad siempre habra un conflicto inevitable. Jesus dijo: «No vine a traer paz, sino espada.» Mateo 10:34. En aquel tiempo la iglesia romana hacía comercio con la gracia de Dios. Las mesas de los cambistas, de la que habla Mateo 21:12, habían sido colocadas junto a los altares y la gritería de los que compraban y vendían llenaba el aire. A fin de reunir fondos para la edificacion de la iglesia de San Pedro en Roma, se vendian publicamente, indulgencias por el pecado con la autorizacion del papa. Es decir que con el precio de los crímenes y pecados, se iba a construir un templo para el culto de Dios. Increible!!! No te parece? El fraile Johan Tetzel viajo a Alemania vendiendo indulgencias, con el objetivo de financiar la edificación de la Basílica de San Pedro , como ya dijimos, que todavia hoy, es muy visitada en la Ciudad de El Vaticano, en Roma, Italia. Pero, Sabes tu lo que es una Indulgencia??? Escuha el significado de esta palabra: «indulgencia» viene del latín indulgentia que significa: bondad, benevolencia, gracia, remisión, o favor. Una indulgencia es la remisión parcial o total del castigo temporal, por los pecados después de que la culpa ha sido eliminada por absolución; y la absolución es un pronunciamiento del perdon de los pecados hecho a una persona que se ha arrepentido. En otras palabras, un sacerdote perdona «supuestamente» tus pecados, y luego, si compras una indulgencia te libras del castigo de esos pecados. La biblia llama a esto: » blasfemia» segun Lucas 5:18 al 24. Alli la biblia declara:
«Y sucedió que unos hombres que traían en un lecho a un hombre que estaba paralítico, procuraban llevarle adentro y ponerle delante de él. Pero no hallando cómo hacerlo a causa de la multitud, subieron encima de la casa, y por el tejado le bajaron con el lecho, poniéndole en medio, delante de Jesús. Al ver él la fe de ellos, le dijo: Hombre, tus pecados te son perdonados. Nota lo que dice el versiculo 21: Entonces los escribas y los fariseos comenzaron a cavilar, diciendo: ¿Quién es éste que habla blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios?»
Obviamente Jesus, es Dios, y lo demostro en el verso 22: «Jesús entonces, conociendo los pensamientos de ellos, respondiendo les dijo: ¿Qué caviláis en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir: Tus pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda? Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa.»
Nadie, absolutamente nadie, ningun hombre puede perdonar pecados, solo Dios. Si alguien reclama tener la potestad de perdonar los pecados de los hombres, esto se llama «Blasfemia». Pero, lo interesante es que todavia hoy, en el año 2008, pleno siglo xxi, la iglesia de Roma mantiene este gran error de las indulgencias. Pero que es la penitencia? En la iglesia Catolica Romana la penitencia es un sacramento y el clerigotiene la facultad para absolver a un pecador compungido que promete complacer a Dios. Dicho de otra manera, el sacerdote te perdona, si prometes hacer algo para tratar de complacer a un Dios que esta disgustado contigo por tus pecados. Y como hemos visto, la biblia en ningun lado da apoyo a este razonamiento. Pero, continuando con el tema de las indulgencias, en aquella época, cualquier persona podía comprar una indulgencia, ya fuera para sí misma o para sus parientes muertos que permanecían en el Purgatorio. Diferentes pecados tenian diferentes precios. La indulgencia no perdona el pecado en sí mismo, sino que te libra del castigo temporal, ya sea durante su vida terrenal, o luego de la muerte en el purgatorio.
En la actualidad las indulgencias son concedidas por el Papa, los obispos y cardenales, a quienes, por ejemplo, recen determinada oración, visiten determinado santuario, utilicen ciertos objetos de culto, realicen ciertos peregrinajes, o cumplan con otros rituales. Y una vez mas somos enfaticos en decir, que la biblia no da apoyo a estas doctrinas. Tu puedes leer la biblia de tapa a tapa y no encontraras algo semejante.
El Purgatorio??? Que es eso??? En la teologia Catolica, el purgatorio es el lugar de limpieza donde, segun ellos, después de la muerte, las personas que no tienen algun pecado mortal, pero que han cometido pecados «leves», tienen que limpiar esas culpas para poder alcanzar el cielo. Debido a que todo aquél que entra en el Purgatorio terminará llegando al cielo tarde o temprano, el purgatorio no es el Infierno . «Las plegarias por los muertos y las indulgencias pueden acortar la estadía de uno o varios de los seres queridos que estén en dicho lugar».Osea que si tu padre o madre, hijo, hija, o algun conocido tuyo, no fue tan bueno en la vida, esta persona tendra que ir a pasar unos cuantos miles de años quizas, purificandose en el purgatorio con quien sabe que tipo de sufrimiento. Pero hey! Alegrate podria ser peor, no estan en el infierno. En el infierno tendrian que sufrir eternamente y para siempre. Esto es falso completamente. Con razon la gente en la edad media tenia tanto temor. Pensando asi cualquiera quisiera una indulgencia, pero gracias a Dios, porque en su infinita misericordia no ha provisto ningun lugar de sufrimiento ni temporal, ni eterno para purificar tus pecados, sino que El puede limpiarte ahora mismo si lo deseas y darte una vida victoriosa. Amigo, lee tu biblia! En Juan 5:39 Jesus te dice:
Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí…
Volvamos a nuestro relato. Cuando el fraile Tetzel entraba en una ciudad, delante de él iba un mensajero que gritaba: «La gracia de Dios y la del padre santo están a las puertas de la ciudad.» Y el pueblo recibía a este blasfemo usurpador como si hubiera sido el mismo Dios. La venta de indulgencias se hacia en la iglesia, y Tetzel ponderaba las indulgencias desde el púlpito como si hubiesen sido el más precioso don de Dios.
Tetzel declaraba que cualquier persona que comprara las indulgencias para pecados que planificara cometer en el futuro, tambien esos pecados les serian perdonados, y añadia aun mas, ni siquiera era necesario arrepentirse. Hasta aseguraba que las indulgencias tenían poder para salvar no sólo a los vivos sino también a los muertos, y que en el instante en que las monedas resonaran al caer en el fondo de su cofre, el alma por la cual se hacía el pago escaparía del purgatorio y se dirigiría al cielo. Impresionante! No crees?
A Tetzel le sucedio algo jocoso, diria yo. Un hombre se le acerco un dia queriendo comprar una indulgencia para un pecado que estaba a punto de cometer. Este pecado era tan vil, que era indecible. Asi que como el pecado era tan horrendo que ni siquiera se podia comentar, Tetzel le exigio una gran suma de dinero. El hombre gustosamente le dio el pago por el perdon de su indescriptible pecado que estaba listo a llevar a cabo, cuando recibio su indulgencia, inmediatamente procedio a golpear a Tetzel, quitarle su dinero, y todo el dinero que el tenia consigo producto de las ventas de las indulgencias. Tetzel fue despojado de una gran cantidad de dinero. Cuando Tetzel fue poner la denuncia ante el poder civil, ellos no apresaron al atracador debido a que poseia una indulgencia que lo perdonaba por su atraco. Pero a pesar de eso Tetzel no aprendio la leccion. El continuo con su venta de indulgencias.
La biblia dice que cuando Simón el Mago intentó comprar a los apóstoles el poder de hacer milagros, Pedro le respondió: «Tu dinero perezca contigo, que piensas que el don de Dios se gane por dinero.» Buscalo en tu biblia y leelo. Libro de Hechos de los Apostoles capitulo 8 Verso 20. La gracia de Dios no se compra. Pero aun asi, la historia registra que millares de personas aceptaban ávidamente el ofrecimiento de Tetzel. Sus arcas se llenaban de oro y plata. Una salvación que podía comprarse con dinero era más fácil de obtener que la que requería arrepentimiento, fe y un diligente esfuerzo para resistir y vencer el mal. Lo mismo tambien sucede hoy, la gente quiere ser salva, pero sin ningun arrepentimiento de su parte. Martin Lutero estaba horrorizado por las declaraciones de los traficantes de indulgencias. Muchos de sus feligreses habían comprado certificados de perdón y no tardaron en acudir a el para confesar sus pecados esperando que los absolviera, no porque estaban arrepentidos y deseaban cambiar, sino por el mérito de las indulgencias. Lutero les negó la absolución y les advirtió que si no se arrepentian morirían en sus pecados. Llenos de perplejidad recurrieron a Tetzel para quejarse de que su confesor no aceptaba los certificados; y hubo algunos que con toda energía exigieron que les devolviese su dinero.
El fraile se llenó de ira y lanzó las más terribles maldiciones, hizo encender hogueras en las plazas públicas, y declaró que»había recibido del papa la orden de quemar a los herejes que osaran levantarse contra sus santísimas indulgencias.» Como Tetzel seguía con sus impías declaraciones y vendiendo indulgencias, Lutero resolvió hacer una protesta más enérgica contra semejantes abusos. Matin Lutero clavo un papel en las puertas de la iglesia de Wittenderg, que contenía noventa y cinco proposiciones. Además declaraba que estaba listo para defender aquellas tesis al día siguiente en la universidad, contra cualquiera que quisiera rebatirlas. Esto ocurrio el 31 de Oct del 1517. Las 95 tesis, como se conocen hoy, cuestionaban el Poder y Eficacia de las Indulgencias. Eran un desafio a las enseñanzas de la iglesia de Roma con respecto a la naturaleza de la penitencia, la autoridad del Papa y la utilidad de las indulgencias. Las 95 tesis atrajeron la atención general. Fueron leídas y vueltas a leer y se repetían por todas partes. La excitación que produjeron en la universidad y en toda la ciudad fue intensa.
Ellas demostraban que jamás se había otorgado al papa ni a hombre alguno el poder de perdonar los pecados y de remitir el castigo consiguiente. Todo ello no era sino una farsa, un artificio para ganar dinero valiéndose de las supersticiones del pueblo. Se probaba además con toda evidencia que el Evangelio de Cristo es el tesoro más valioso de la iglesia, y que la gracia de Dios revelada en él se otorga de balde a los que la buscan por medio del arrepentimiento y de la fe.
Las tesis de Lutero desafiaban a discutir; pero nadie osó aceptar el reto. Muchos devotos romanistas leyeron las proposiciones de Lutero con profundo regocijo, reconociendo en ellas la voz de Dios. Las 95 tesis fueron traducidas rápidamente del Latin al Alemán y ampliamente copiadas e impresas. Al cabo de dos semanas ya se habían difundido por toda Alemania y, pasados dos meses, por toda Europa.
Este fue uno de los primeros casos de la historia en los que la imprenta tuvo un papel importante, pues facilitaba una distribución más sencilla y amplia de cualquier documento. El papa Leon X hizo caso omiso a Lutero diciendo que era un «borracho Alemán quien escribió las tesis» y afirmando que «cuando esté sobrio, cambiará de parecer». El papa luego ordenó en 1518 al profesor dominico de teología Silvestre Mazzoliniinvestigar el tema. Éste denunció que Lutero se oponía de manera implícita a la autoridad del Sumo Pontífice, al mostrar desacuerdo con una de sus Bulas, por lo que declaró a Lutero hereje y escribió una refutación académica de sus tesis. Esta es otra palabra interesante: «Herejía «.
La Herejia es una opinión o doctrina mantenida en oposición al dogma de la iglesia. Otra forma de decirlo es, no estar de acuerdo con lo que la iglesia enseña, aun cuando estes fundamentado en la palabra de Dios. Bueno, si eso es asi, hoy en dia hay muchos mas herejes que en la edad media. Mientras tanto Lutero tomó parte en la convención agustina en Heidelberg, donde presentó una tesis sobre la esclavitud del hombre al pecado y la gracia divina. En el curso de la controversia por las indulgencias, el debate se elevó hasta el punto de dudar del poder absoluto y de la autoridad del Papa. En vista de su oposición a esa doctrina, Lutero fue calificado de hereje, y el Papa, decidido a suprimir sus puntos de vista, ordenó llamarlo a Roma, viaje que no se realizó porque sus amigos temian por su vida. El Papa realizó un intento final de alcanzar una solución pacífica al conflicto porque deseaba mantenerse en términos amistosos con el protector de Lutero, Federico el Sabio. A Lutero se le sugirio guardar silencio para que sus oponentes hicieran lo mismo. Tambien se le sugirio escribir una humilde carta al Papa y componer un tratado demostrando sus respetos a la Iglesia católica. La carta escrita nunca fue enviada, debido a que Lutero no se retractaba de ninguna de sus posiciones.
Johann Eck quien era asistente del Arzobispo de Tréveris retó a un debate a un colega de Lutero. Martin Lutero se unió a este debate (Junio 27 – julio 18 del 1519). Lutero negó el derecho divino del solio papal y la autoridad de poseer el » poder de las llaves «, que según el papa había sido otorgado a la Iglesia. Lutero tambien negó que pertenecer a la Iglesia católica bajo la autoridad del Papa sea necesario para la salvación. Fue en este debate que Lutero por primera vez se refirió públicamente al Papa como el Anticristo. Después del debate, Johann Eck aseguró que había forzado a Lutero a admitir la similitud de su propia doctrina con la de Jan Hus , quien había sido quemado en la hoguera. Juan Hus fue declarado hereje por sus convicciones y condenado a morir en la hoguera el 6 de julio de 1415. Fue quemado vivo y la historia registra que murio cantando. El papa Juan pablo II se disculpo por la muerte de Juan Hus diciendo: «Hus es una figura memorable por muchas razones, pero sobre todo su valentía moral ante las adversidades y la muerte…Siento el deber de expresar mi profunda pena por la cruel muerte infligida a Jan Hus y por la consiguiente herida, fuente de conflictos y divisiones, que se abrió de ese modo en la mente y en el corazón del pueblo bohemio».
Las reformas que Lutero proponía no sólo se referían a cuestiones doctrinales, sino también a abusos eclesiásticos como: la disminución del número de cardenales y demandas de la corte papal; la abolición de los ingresos del Papa; el reconocimiento del gobierno secular; la renuncia del papado al poder temporal; la abolición de los interdictos y abusos relacionados con la excomunión; la abolición del peregrinaje; la eliminación del excesivo número de días santos; la supresión de los conventos de monjas, de la mendicidad y de la suntuosidad; la reforma de las universidades; la abrogación del celibato del clero; la reunificación con los bohemios y una reforma general de la moral publica. Larga lista, no?
El 15 de junio de 1520, el Papa emitio la bula papal Exsurge Domine para advertir a Martín Lutero que se arriesgaba a laexcomunión , a menos que en un plazo de sesenta días repudiara 41 puntos de su doctrina seleccionados de sus escritos. Amigos oyentes, «La excomunión» es la expulsión, permanente o temporal, de una persona de una confesión religiosa. En octubre de 1520 Lutero envió un escrito al papa con toda la «Libertad que tiene un Cristiano», afirmaba el, y añadio la frase significativa: «Yo no me someto a leyes al interpretar la palabra de Dios». Fue asi como el papa Leon X excomulgó a Lutero el 3 de enero de 1521mediante la bula Decet Romanum Pontificem. Mas adelante Lutero fue llamado a renunciar o reafirmar su doctrina ante la dieta de Worms y le fue otorgado un salvoconducto para garantizar su seguridad.. El fue a Worms diciendo que «Iría allí aunque hubiese tantos demonios como tejas en los tejados». El emperador Carlos V inauguró la Dieta imperial de Worms el 22 de enero de 1521. Algunos afirman que cuando Lutero y sus compañeros estaban camino a Worms, entonaron el himno mas fomoso escrito por Lutero mismo: Ein’ feste Burg ist unser Gott. Conocido en español como Castillo Fuerte es Nuestro Dios. Este himno es un arreglo de las palabras del salmo 46, en Aleman que fue el idioma original por supuesto. Cuando llegó a Worms una enorme muchedumbre se agolpó a las puertas de la ciudad para darle la bienvenida. Mas gente fue a recibir a Lutero que al mismo emperador. La agitación era intensa, y de en medio del gentío se elevó una voz quejumbrosa que cantaba una endecha fúnebre, como tratando de avisar a Lutero de la suerte que le estaba reservada.»Dios será mi defensa», dijo él al bajarse de su carruaje. Los papistas no creían que Lutero se atrevería a comparecer en Worms, y su llegada a la ciudad fue para ellos motivo de profunda consternación.
Lutero temblaba cuando se veía a sí mismo solo frente a los más opulentos y poderosos de la tierra. Dudaba a veces, preguntándose si en verdad Dios le impulsaba a levantarse contra la autoridad de la iglesia. Más tarde escribió»¿Quién era yo para oponerme a la majestad del papa, a cuya presencia temblaban . . . los reyes de la tierra? . . .Nadie puede saber lo que sufrió mi corazón en los dos primeros años, y en qué abatimiento, en qué desesperación caí muchas veces.» Pero, Lutero no fue dejado solo en brazos del desaliento. Cuando le faltaba la ayuda de los hombres, la esperaba solo de Dios y aprendió así a confiar sin reserva en Su brazo todopoderoso.
Lutero se presentó ante la Dieta el 16 de abril del mismo año. Johann Eck, presentó a Martin Lutero una mesa llena de copias de sus escritos. Le preguntó si los libros eran suyos y si todavía creía en lo que esas obras enseñaban. Lutero pidió un tiempo para pensar su respuesta, el cual le fue concedido. Lutero oró, consultó con sus amigos y mediadores y se presentó ante la Dieta al día siguiente. Cuando se trató el asunto en la Dieta , el consejero Eck le pidió a Lutero que respondiera explícitamente: «Lutero, ¿rechaza sus libros y los errores que en ellos se contiene?», a lo que Lutero respondió: «Que se me convenza mediante testimonios de la Escritura y claros argumentos de la razón- porque no le creo ni al Papa ni a los concilios, ya que está demostrado que a menudo han errado, contradiciéndose a sí mismos- por los textos de la Sagrada Escritura que he citado, estoy sometido a mi conciencia y ligado a la palabra de Dios. Por eso no puedo ni quiero retractarme de nada, porque hacer algo en contra de la conciencia no es seguro ni saludable». Se afirma que Lutero añadio las siguientes palabras: «¡No puedo hacer otra cosa; esta es mi postura. ¡Que Dios me ayude!» La asamblea entera quedó muda de asombro. En los siguientes días se hicieron conferencias privadas para determinar el destino de Lutero. Antes de que la decisión fuese tomada, Lutero abandonó Worms. Durante su regreso a Wittenberg desapareció. El emperador redactó el Edicto de Worms el 25 de mayo de 1521, declarando a Martín Lutero prófugo y hereje, y prohibiendo sus obras. Roma estaba resuelta a aniquilar a Lutero, pero Dios era su defensa. Sus doctrinas se oían por doquiera, «en las cabañas, en los conventos, en los palacios de los nobles, en las academias, y en la corte de los reyes;» y aun hubo hidalgos que se levantaron por todas partes para sostener los esfuerzos del reformador. La desaparición de Lutero durante el viaje de regreso fue planeada. Federico el Sabio dispuso que una escolta enmascarada a caballo capturase a Lutero y lo llevase al castillo de Wartburg en Eisenach, donde permaneció cerca de un año. Durante este periodo de estadía forzada, Lutero trabajó a paso firme en la traducción del nuevo testamento. La estancia de Lutero en Wartburg fue el comienzo de un periodo constructivo de su carrera como reformador. En su «desierto» o «Patmos» de Wartburg (como le llamaba en sus cartas), empezó a traducir la Biblia , imprimiéndose el Nuevo Testamento en septiembre de 1522.
Lutero ayudo a escapar a doce monjas de un monasterio en Sajonia, sacándolas del convento dentro de barriles. Tres de ellas se marcharon con sus parientes, mientras que las otras nueve fueron llevadas a Wittenberg. En este último grupo se encontraba Catalina de Bora. En la mañana del martes 13 de junio de 1525. Lutero se casó legalmente con Catalina. Ella se mudó a la casa de su marido, el antiguo monasterio agustino en Wittenberg, y comenzaron a vivir en familia. Los Lutero tuvieron tres hijos y tres hijas. Amigos, podemos decir con seguridad que la oposición es la suerte que les toca a todos aquellos quienes prediquen verdades aplicables a su época. Había una verdad presente o de actualidad en los días de Lutero – una verdad que en aquel tiempo revestía especial importancia. Así hay ahora una verdad de actualidad para el mundo en nuestros días. Pero hoy la mayoría no tiene más deseo de la verdad que los papistas enemigos de Lutero. Hoy existe la misma disposición que antaño para aceptar las teorías y tradiciones de los hombres antes que las palabras de Dios. Y los que esparcen este conocimiento de la verdad no encontraran más aceptación que la que tuvieron los primeros reformadores. Recuerdo que mientras predicabamos en una comunidad rural en Guatemala, un gran gentio se amotino con palos, piedras y machetes para inpedir que continuaramos nuestra reunion, pero Dios nos libro, como lo hizo con Lutero. Eso es asi amigo mio, el gran conflicto entre la verdad y la mentira, irá aumentando en intensidad a medida que se acerque el fin de la historia de este mundo.
La historia nos dice que el 17 de febrero de 1546, Lutero sufrió dolores en el pecho. Al irse a la cama oró diciendo: «En tus manos encomiendo mi espíritu; me has redimido, oh Señor, fiel Dios». A la una de la madrugada despertó con un agudo dolor de pecho y fue envuelto con toallas calientes. Sabiendo que su muerte era inminente, le agradeció a Dios por haberle revelado a su Hijo, en quien él había creído. Sus compañeros Justus Jonás y Michael Coelius gritaron: «Reverendo padre, ¿está listo para morir confiando en su Señor Jesucristo y confesando la doctrina que enseñó en su nombre?» Un distintivo «sí» fue la respuesta de Lutero. Murió a las 2:45am del 18 de febrero de 1546 en Eisleben, la ciudad donde nació. Fue enterrado en la Iglesia del Palacio de Wittenberg, cerca del pulpito desde el cual había transformado al cristianismo. Amigos, son muchos los que en la actualidad se aferran a las costumbres y tradiciones de sus padres. Cuando el Señor les envía alguna nueva luz se niegan a aceptarla porque sus padres no la recibieron, a lo mejor porque no la conocieron. Dios no nos aprobara si miramos el ejemplo de nuestros padres para determinar lo que es nuestro deber, cuando hoy nosotros podemos escudriñar la Biblia por nosotros mismos.
Nuestra responsabilidad es más grande que la de nuestros antepasados. Somos deudores por la luz que ellos recibieron y que nos entregaron como herencia, y tambien somos deudores por la mayor luz que nos alumbra hoy procedente de la Palabra de Dios. Nuestro deseo es que te aferres a la verdad como lo hizo Lutero, no importa la suerte que te toque.
Fuente: El Conflicto de los Siglos, wikipedia.org.