Ultimamente he visto varias publicaciones, en las cuales cristianos de diferentes denominaciones subrayan un pasaje bíblico donde se menciona a Siria, y lo aplican a la situación por la que está atravesando este pais en la actualidad. El pasaje en cuestión se encuentra en el libro de Isaías, capítulo 17. Alli leemos lo siguiente:
«He aquí que Damasco dejará de ser ciudad, y será montón de ruinas. Las ciudades de Aroer están desamparadas, en majadas se convertirán; dormirán allí, y no habrá quien los espante. Y cesará el socorro de Efraín, y el reino de Damasco; y lo que quede de Siria será como la gloria de los hijos de Israel, dice Jehová de los ejércitos.» Versos 1-3.
Claramente el pasaje hace referencia a una ciudad llamada Damasco, la cual según la profecía, dejará de existir, y solo quedará de ella un montón de ruinas o escombros. En el día de hoy, Damasco es la capital del pais llamado Siria en el Medio Oriente. Este pais es una república árabe ubicada en el centro de una región geográfica muy conflictiva. Se encuentra entre Irak, Turquía, Jordania, Líbano e Israel. Y mientras escribo estas líneas, Siria es objeto de bombardeos y enfrentamientos entre diferentes grupos armados. Entre ellos están: El ejército ruso que da apoyo al régimen del presidente Bashar al-Ásad, el ejercito del Estado Islamico que busca garnar territorio, grupos de insurgentes que buscan desestabilizar al pais, las propias fuerzas armadas sirias que buscan lo contrario, y finalmente EE.UU. que siempre interviene en los conflictos de su interés, junto a sus aliados, entre ellos Francia y Gran Bretaña. Si haces una busqueda rápida en Google sobre Damasco encontrarás varias fotos de esta ciudad que solo muestran ruinas y escombros. Y dados los acontecimientos citados, muchos cristianos están viendo lo que pasa ahora mismo en Damasco, Siria, como un cumplimiento de la profecía bíblica.
El conflicto actual sirio comenzó alrededor de 2011, en lo que se denominó la Primavera Arabe. Entre 2010 y 2011 en los paises árabes hubo muchas manifestaciones populares que demandaban democracia y derechos sociales, y esto porque el pueblo árabe se cansó de largos y abusivos regímenes. Facebook jugó un papel importante en esos conflictos sociales, al punto que varios gobiernos árabes fueron desestabilizados. Sin embargo, en Siria estas manifestaciones degeneraron en una guerra civil, la cual dio lugar al caos de combate que observamos hoy en dicho pais. Literalmente, hoy, Damasco está quedando en ruinas. Recientemente, el presidente Donald Trump junto a sus homólogos francés y británico, ordenó llevar a cabo un ataque aéreo, buscando destruir supuestas armas químicas que se utilizan contra la misma población siria. Pude ver esas imágenes también en las redes sociales. Desde que comenzó esta guerra a la fecha, se estima que cinco millones de sirios han abandonado su país, y han buscado refugio en otros paises; y más de medio millón de personas han perdido la vida. De vez en cuando se postean imágenes de niños llorando cubiertos de polvo pidiendo ayuda, y de hombres y mujeres diciendo que el mundo se ha olvidado de Siria. Realmente lo que está ocurriendo allí es triste y deprimente.
Lo más triste de todo esto es que el mundo occidental, mundo donde tú y yo vivimos, no sé conduele de los muertos de ciertos lugares. Cuando en un pais occidental ocurre algún atentado terrorista, Facebook nos proporcina una banderita de dicho pais para que la coloquemos sobre la foto de nuestro perfil en señal de duelo y soliraridad. Sin embargo, no ocurre lo mismo cuando las desgracias o los atentados afectan a paises árabes o africanos. Eso nos demuestra el grado de indiferencia con el que vivimos en el mundo occidental. Pero, volviendo al tema que nos ocupa, si analizamos la profecía bíblica y su contexto inmediato, podemos darnos cuenta que lo que está sucediendo en Siria no responde al cumplimiento de la profecía hallada en Isaías 17, ni a ninguna otra profecia bíblica concerniente a Siria. Sino que lo que hoy está pasando en Siria corresponde a las consecuencias de lo que occidente, casualmente, ha hecho en este país, y en toda esta región geográfica.
El pais de Siria está ubicado en una muy estratégica zona del Medio Oriente. También es un país rico en recursos naturales como petróleo y gas natural. Así que, lo que se está moviendo allí responde a intereses geopolíticos. Además de que también responde a la anterior administración de países árabes del Medio Oriente por parte de paises occidentales. Otro punto a considerar es que lo está pasando en Siria, en el día de hoy, tiene que ver con los diferentes pueblos o etnias que habitan un mismo territorio, teniendo grandes divergencias entre ellos. Estos pueblos fueron agrupados según los intereses de los paises ricos del mundo, y no siguiendo el interés de sus habitantes. De hecho, toda la región del Medio Oriente fue dividida después de la segunda guerra mundial por potencias occidentales. Si combinamos todo lo anterirormente mencionado, tenemos como resultado lo que ocurre en Siria en la actualidad, y esto no guarda ninguna relación con la profecía mencionada.
Al estudiar profecía bíblica tenemos que tener en cuenta siempre que la biblia es su propio intérprete. Es necesario que permitamos a la biblia darnos la interpretación de la profecía, y no que nosotros queramos encajar la profecía en cualquier evento contemporáneo. Esto quiere decir que es necesario que busquemos el contexto de un texto para darnos cuenta a qué se refiere dicho texto. No debemos agarrar un texto y sacarlo de su contexto para aplicarlo a lo que nosotros entendamos debemos aplicarlo. En este caso, la profecía concerniente a la destrucción de Damasco y al final de Siria como nación, la encontramos dentro del marco de otras profecías específicas, de ciudades y pueblos específicos de la antiguedad. Desde el capítulo 13 de Isaías podemos observar que hay varios títulos. En el capítulo 13 se habla sobre la desolación de Babilonia. En el capítulo 14 se muestra un mensaje concerniente a Asiria, y un mensaje de destrucción para Filistea. En los dos siguientes capítulos está la desolación de Moab y sus ciudades, mientras que en el capítulo 17 es donde encontramos el pasaje que tenemos sobre el tapete. Continuando en el 18 encontramos una profecía de lamentación sobre Etiopía, y en el 19 leemos una profecía de destrucción para Egipto. Es decir, que la profecía que menciona Isaías sobre Siria y Damasco, cae en este contexto, y es una que responde a asuntos particulares del momento histórico en que el profeta las escribió. Todas esas naciones recibirían su castigo o retribución divina por una u otra razón, pero todas lo harían durante la ejecucción divina de juicio en el tiempo señalado. Específicamente en el caso sirio, la misma biblia nos muestra por qué Dios emitió esa profecía de destrucción sobre Damasco. Si leemos en el capítulo 7 del mismo libro, veremos el marco histórico de lo que estaba pasando. Veamos:
«Aconteció en los días de Acaz hijo de Jotam, hijo de Uzías, rey de Judá, que Rezín rey de Siria y Peka hijo de Remalías, rey de Israel, subieron contra Jerusalén para combatirla; pero no la pudieron tomar. Y vino la nueva a la casa de David, diciendo: Siria se ha confederado con Efraín. Y se le estremeció el corazón, y el corazón de su pueblo, como se estremecen los árboles del monte a causa del viento. Entonces dijo Jehová a Isaías: Sal ahora al encuentro de Acaz, tú, y Sear-jasub[a] tu hijo, al extremo del acueducto del estanque de arriba, en el camino de la heredad del Lavador, y dile: Guarda, y repósate; no temas, ni se turbe tu corazón a causa de estos dos cabos de tizón que humean, por el ardor de la ira de Rezín y de Siria, y del hijo de Remalías. Ha acordado maligno consejo contra ti el sirio, con Efraín y con el hijo de Remalías, diciendo: Vamos contra Judá y aterroricémosla, y repartámosla entre nosotros, y pongamos en medio de ella por rey al hijo de Tabeel. Por tanto, Jehová el Señor dice así: No subsistirá, ni será. Porque la cabeza de Siria es Damasco, y la cabeza de Damasco, Rezín; y dentro de sesenta y cinco años Efraín será quebrantado hasta dejar de ser pueblo. Y la cabeza de Efraín es Samaria, y la cabeza de Samaria el hijo de Remalías. Si vosotros no creyereis, de cierto no permaneceréis.» Versos 1-9.
Claramente podemos notar que lo que sucedio con Siria en aquel momento fue que se alió con el reino de Israel, buscando destruir el reino de Judá. Tengamos presente que el reino de Israel, luego del reinado de Salomón, hijo de David, se dividió en dos reinados separados: el reino del norte o Israel, siendo Samaria su capital, y el reino del sur o Judá, siendo Jerusalén su capital. Y lo que aconteció en aquel momento de la historia del pueblo de Dios antiguo, es que Israel se unió a una nación incircuncisa para arremeter contra sus propios hermanos. Por lo cual, Dios no solo pronunció juicios sobre Damasco y Siria, sino también sobre Israel y Samaria. Atentar contra la ciudad de Jerusalén, fue la razón por la cual Dios pronunció Su sentencia sobre Siria, y esta profecía sobre la destrucción de Damasco tuvo su cumplimiento varios siglos antes de Cristo. La Damasco que se menciona en Isaías no hace referencia a la Damasco actual, sino a la antigua capital del reino sirio, que quiso deshacerse de Jerusalén y Judá, en complicidad con el reino de Israel. Por eso el profeta dijo: Cesará el socorro de Efrain (Israel). Lee varias veces los pasajes citados, de ser necesario, y veras como todo tiene sentido.
Es bueno que tengamos siempre presente que al interpretar las profecías de la biblia debemos permitir que sea la misma biblia la que nos muestre el significado de las mismas. Si bien lo que está pasando en la Siria actual es funesto, no podemos afirmar que dichos acontecimientos son el cumplimiento de la Palabra de Dios, porque al hacerlo, estamos violentando un principio bíblico fundamental.