Las imágenes de bombardeos constantes sobre la franja de Gaza de parte de Israel en estos días han hecho que muchas personas se pregunten ¿Como es que el supuesto pueblo de Dios hace esto? ¿Está Dios de acuerdo? Estas son preguntas muy validas. Para poder responderlas tenemos que conocer algo de historia bíblica, como también historia contemporánea.
En la biblia encontramos en más de una ocasión que Dios mandó a los israelitas a que fueran a la guerra con una o más naciones y las destruyeran por completo sin dejar a nadie con vida; Dios les ordenó matar jóvenes, niños, mujeres, ancianos y hasta los animales de ciertas ciudades. ¿Será este el caso que se está dando en la actualidad? ¿Envió Dios a los Israelíes modernos a destruir a los palestinos? Analicemos este tema desde la antigüedad de manera breve y precisa.
Dios hizo un pacto con Abraham, Génesis 17:1-8; Luego hizo el mismo pacto con Isaac su hijo, Génesis 17:19-21; Y después también lo hizo con Jacob su nieto, Génesis 35:9-12. El prometió darles la tierra de Palestina donde habitaban por heredad a ellos y a su descendencia para siempre. Sin embargo, los descendientes de Jacob o Israel como Dios le llamó, tuvieron que emigrar a Egipto durante una hambruna y allí en el correr del tiempo, de una forma casi imperceptible llegaron a ser esclavos de los egipcios. Después de varios siglos Dios levantó a Moisés para que los sacara de aquel país en el norte de África, a fin de que con Su ayuda los condujera por el desierto a la tierra de Canaán, es decir Palestina, Éxodo 1, 2, 3. Por rebelión e incredulidad de los israelitas contra Dios, ellos no entraron inmediatamente a aquella tierra sino que toda esa generación que salió de Egipto tristemente murió en el desierto, Números 13, 14.
Cuando Moisés murió en el desierto también, Josué ocupó su lugar y condujo a los hijos de Israel en la conquista de Canaán, puesto que Palestina ya se encontraba ocupada por otros pueblos, Josué 1:1-7. La orden de Dios fue que mataran a todos los cananeos, llámese: Jebuseo, Fereseo, Heteo, Amorreo, Filisteo, en fin, a todos aquellos habitantes de aquella tierra Palestina, Deuteronomio 20:16-18. ¿Por qué daría Dios semejante orden? Porque estas naciones paganas se habían corrompido a tal extremo que habían sobrepasado el límite de la misericordia y Dios les enviaría sus juicios, esta vez no directamente con fuego desde el cielo como a Sodoma y Gomorra, sino a través de su pueblo visible aquí en la tierra. Si estos pueblos eran dejados habitando juntamente con los israelitas, ellos mismos eventualmente se corromperían, como de hecho lo hicieron.
Por alguna razón u otra, ellos no ejecutaron la orden dada en su totalidad; Sea porque se cansaron de la guerra o por falta de fe, los israelitas dejaron viviendo junto con ellos en la misma tierra a parte de los moradores del momento de aquel lugar sujetándoles a pagar tributo de algún tipo. Esto dio como resultado que ambos bandos consideraran la tierra como suya; Unos pensaban que la tierra les había sido quitada por las malas, mientras que los otros pensaban que la tierra les había sido dada por Dios.
Otro asunto que causó conflicto en la antigüedad y es una de las causas principales del conflicto actual por la misma tierra lo encontramos otra vez en la misma historia de Abraham y su descendencia, pero con otra familia. Cuando Dios llamó a Abram, que luego le cambió el nombre por Abraham, Dios le hizo la promesa de que El le daría un hijo. Abraham viendo que Sarai su mujer era estéril y avanzada en edad comenzó a preocuparse y desconfió de la promesa hecha por Dios. Su misma mujer le aconsejó que se acostara con una esclava suya para que de esta manera ellos tuvieran un hijo, como era costumbre en esos tiempos, Génesis 16. Abraham tuvo un hijo con su esclava llamado Ismael. El pensó que la promesa de Dios se cumpliría en este su primogénito, sin embargo Dios le aseguró que aunque Sarai era estéril, Su promesa se cumpliría con un hijo propio de ella.
Cuando Sarai vio que Abraham estaba contento con el hijo de su esclava Agar, ahí comenzaron los problemas familiares. Aun cuando Sara echó de la casa a su esclava e hijo, Ismael también era hijo de Abraham, por esto Dios prometió bendecirlo en gran manera también y hacer de él una muchedumbre de gente al igual que con el hijo de Sara, Génesis 17:20; Pero enfatizó lo siguiente sobre Ismael:
“Y él será hombre fiero; su mano será contra todos, y la mano de todos contra él, y delante de todos sus hermanos habitará.” Génesis 16:12.
De esta forma surgieron dos naciones diferentes, una del linaje de Ismael y otra del linaje de Isaac. Pueblos diferentes, pero emparentados.
El apóstol pablo dice que la promesa de Dios se cumpliría en Isaac y no en Ismael. Gálatas 4:22, 23 dice:“Porque está escrito que Abraham tuvo dos hijos; uno de la esclava, el otro de la libre. Pero el de la esclava nació según la carne; mas el de la libre, por la promesa.”
Agar era de raza egipcia y su hijo Ismael llegó a ser padre de gran parte del mundo árabe. La biblia dice: “Y dijo Abraham a Dios: Ojalá Ismael viva delante de ti. Respondió Dios: Ciertamente Sara tu mujer te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Isaac; y confirmaré mi pacto con él como pacto perpetuo para sus descendientes después de él. Y en cuanto a Ismael, también te he oído; he aquí que le bendeciré, y le haré fructificar y multiplicar mucho en gran manera; doce príncipes engendrará, y haré de él una gran nación. Mas yo estableceré mi pacto con Isaac, el que Sara te dará a luz por este tiempo el año que viene” Génesis 17:18-21
La tierra de Palestina Dios prometió darla a los hijos de Isaac y no los hijos de Ismael. En Génesis 25:18 se nos dice que los hijos de Ismael “habitaron desde Havila hasta Shur, que está enfrente de Egipto viniendo a Asiria.” Esto no es Palestina, es más bien la ubicación actual donde se encuentran las naciones árabes Jordania, Arabia Saudita, Siria, Irak, entre otras.
La tradición Musulmana menciona que de Ismael salió el nombre de Islam. El Teólogo William L. Krewson nos dice que “Los árabes han considerado a Ismael como uno de sus antecesores. El Corán hasta sustituye a Ismael por Isaac como el hijo escogido de Dios [Sura 19:54]. Los musulmanes mencionan que de Ismael hijo de Abraham, nació el “profeta” Mahoma (570-632 d.C), el fundador del Islamismo.
Hoy día, algunos seguidores radicales del Islam como Hamas y Hezbolá tienen como propósito el Yihad o guerra santa. En el caso de Hezbolá este grupo quiere fundar un estado islámico en el Líbano, mientras que Hamas en Palestina (lugar donde se encuentra la actual nación de Israel junto con la franja de Gaza y Cisjordania) teniendo como capital a Jerusalén actual capital de la nación israelí. Este grupo no reconoce que el actual estado israelí sea una nación legítima, aun cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas en el 1947 estableció una partición de Palestina en dos estados uno árabe y otro judío.
Hamas considera que el estado de Israel fue fundado bajo la usurpación histórica de esta tierra y por lo tanto no acepta ningún tipo de reconciliación con el Israel actual a no ser que ellos renuncien a su ocupación palestina. En su carta fundacional, publicada el 18 de agosto del 1988, Hamás realiza una serie de acusaciones y advertencias contra Israel en particular y contra los judíos en general. Esto dice el preámbulo:
“Israel existirá y continuará existiendo hasta que el islam lo destruya, de la misma manera que ha destruido a otros en el pasado.”
El conflicto palestino actual no tiene nada que ver con Israel siguiendo las directrices de Dios para exterminar a naciones paganas, sino más bien es un conflicto bélico basado en ideas religiosas de razas emparentadas que luchan por preservar la misma porción de tierra deshaciéndose de la otra parte. Dios no tiene nada ver con esta guerra como tampoco tuvo que ver con la guerra del Golfo Pérsico ni la guerra de Afganistán.
La región palestina como tal ha estado bajo el gobierno de diferentes regímenes a lo largo de la historia. Los Babilonios, los Persas, los Griegos, los Romanos, los Musulmanes; Y más recientemente en la historia moderna Palestina estuvo bajo el dominio Británico hasta una parte del siglo XX cuando Israel se proclamó un estado independiente, lo que nunca ha sido reconocido por el Islam. Desde entonces la lucha no ha cesado. Cabe destacar que la región de palestina es una porción de tierra muy deseada por muchas naciones actuales porque es una región clave en el medio oriente.
La existencia del Estado de Israel en ninguna forma da por sentado que los judíos o israelíes actuales son el pueblo de Dios. Volviendo al pacto hecho por Dios a Abraham, nos damos cuenta que este era condicional, es decir que para que Dios cumpliera su parte, la descendencia de Abraham, Isaac y Jacob, debía mantenerse fiel al pacto. Para que la tierra les perteneciera para siempre ellos debían cumplir las condiciones establecidas por Dios. En el libro de Deuteronomio encontramos las ordenanzas del pacto que Dios demandaba fueran cumplidas y las consecuencias de la desobediencia. En los libros de Los Reyes y Las Crónicas encontramos una y otra vez el quebrantamiento de estas ordenanzas por los israelitas, y las terribles consecuencias que afrontaron.
Al quebrantar el pacto, Dios les envió sus respectivos castigos. Los entregó en manos de los reyes de Asiria, Babilonia, Egipto, Filistea y demás. Dios tuvo misericordia de su pueblo por muchísimo tiempo. Todavía cuando Cristo vino al mundo el pueblo de Israel era el pueblo bendecido especialmente por Dios, aun cuando estaban sujetos al yugo del imperio Romano por su propia mala conducta.
Hasta la primera venida de Cristo Israel era el pueblo exclusivo de Dios sobre la tierra. El pacto hecho con Abraham era exclusivo de ellos; Pero vemos que Juan el bautista afirmó que eso estaba a punto de llegar a su fin por la arrogancia de ellos mismos, Mateo 3:9. Jesús durante su ministerio afirmó que el reino de los cielos le seria quitado a los judíos y dado a otro pueblo que produjera los frutos que Israel como nación no había producido, Mateo 21:41-43. Jesús también aseguró que quiso mantenerse en pacto con los israelitas pero ellos no quisieron por eso El los dejaría a su suerte, Mateo 23:37,38.
Finalmente los judíos rechazaron a Cristo abiertamente delante de Pilato y pidieron que fuera crucificado, Mateo 27:25; Juan 19:15,16. Hasta allí la nación de Israel había sido la niña de los ojos de Dios, pero puesto que ellos rechazaron a Jesús como el Mesías, y todavía lo rechazan hasta el día de hoy, el pacto que Dios tenía con los descendientes literales de Abraham llego a su fin. Aquí entonces, pasamos del Israel literal al Israel espiritual como ensenan las escrituras.
El apóstol Pedro afirmó que ya Dios no solo se complacía con los judíos literales sino con todos aquellos que hicieran Su voluntad sin importar su nacionalidad, Hechos 10:34,35. Pablo, por su parte, declaró que todo el que viene a Cristo sin importar su nacionalidad es descendiente de Abraham, Gálatas 3:27-29; Y que para ser judío o dicho de otra forma, para formar parte del Israel espiritual de Dios no hay que practicar los rituales judíos, Romanos 2:28,29. Y además dice que por el simple hecho de ser descendiente de Abraham esto no garantiza el estar bien delante de la presencia de Dios, Romanos 9:6. En otra ocasión Pedro exhortó también a los judíos a venir a Cristo si querían ser salvos, ya no contaba el hecho de nacer en Israel como garantía de pertenecer al pueblo de Dios, Hechos 4:11,12.
En conclusión, la nación de Israel actual no forma el pueblo especial de Dios sobre la tierra como lo hizo en la antigüedad porque ellos quebrantaron el pacto que habían hecho con El en repetidas ocasiones y rechazaron a Cristo como el Salvador. El pueblo de Dios hoy está compuesto por todos aquellos que se acerquen a Dios y le reconozcan a él como el único Dios verdadero y a Jesucristo su hijo que fue enviado para redimir al mundo. El actual conflicto armado en Palestina no es la orden divina de exterminar a pueblos malvados y despiadados, sino que es el resultado de conflictos étnicos y territoriales, que si bien se puede notar que desde la antigüedad ha existido en esa región del mundo, no es la voluntad de Dios que Israel pelee contra los árabes como entienden algunos cristianos al dar interpretaciones equivocadas a las profecías de la biblia que tienen que ver con el tiempo del fin. Los judíos de hoy también tienen la oportunidad de salvación como la tenemos nosotros, aunque como pueblo fueron rechazados por Dios, como individuos tienen la misma condición para ser salvos.
Fuentes: wikipedia.org; palabrabiblica.org