La biblia dice que María era una virgen que iba a casarse con un hombre llamado José. Cuando en Las Escrituras se menciona la palabra virgen, no hace referencia a algún estado de santidad inmaculado ni mucho menos, sino al simple hecho de que es una señorita, es decir, una mujer que no ha tenido relaciones sexuales con ningún hombre. La virginidad no es señal de santidad en ningún caso. Esta joven, en el momento histórico del mundo en el que le tocó vivir, fue hallada por Dios como una persona justa y perfecta, al igual que otros en la antigüedad, como por ejemplo Noé y Job. Dios vio en esta mujer un instrumento útil para Su causa y decidió utilizarla en un proyecto especial.
El pecado había hecho separación entre Dios y el hombre, y Dios se había propuesto reconciliar consigo mismo al mundo y esto lo llevaría a cabo enviando a su hijo único a nacer en esta tierra. Como Dios es Dios, El debía de alguna forma entrar en este mundo como un humano y no como Dios, así que diseñó un plan para que Jesús, su hijo que también es Dios, viniera a este mundo como un ser humano igual que nosotros. Aquí es donde María entró en los planes de Dios. Para que Jesús fuera humano necesitaba nacer como nacemos todos los humanos, El debía nacer de una mujer. María fue el instrumento utilizado por Dios para que Jesús entrara en este mundo…. pero ¿La hace esto la madre de Dios? No en lo absoluto.
Desde la fundación de la cristiandad se han tergiversado verdades relacionadas con el evangelio para hacer dogmas que no se fundamentan en Las Sagradas Escrituras. El tópico en cuestión es un buen ejemplo. La iglesia de Roma afirma que María es y será siempre, literalmente, la madre de Dios. Humanamente hablando María fue la madre de Jesús, y José su padre, ellos lo criaron como todos los padres lo hacen con sus hijos, pero en el sentido más literal de la palabra ellos no eran sus padres. Jesús es Dios y había existido en unidad con Dios Padre desde los tiempos eternos; María, en cambio, era una criatura de Dios. Jesús no fue el producto de un espermatozoide de José mezclándose con un óvulo de María, sino que fue una colocación especial de Dios en su vientre.
La Escritura es muy clara al respecto cuando dice de qué forma Jesús llegó al vientre de María; El Espíritu Santo de Dios vino sobre María y colocó en ella un Santo Ser, es decir, allí estaba la divinidad asumiendo la humanidad, Lucas 1:35. Hoy en día se ha utilizado algo similar en el mundo de la medicina moderna para ayudar a aquellas parejas que no pueden tener hijos. Se toman un óvulo de la esposa y un esperma del esposo y se fecundan artificialmente para luego colocar el embrión en el vientre de otra mujer que alquiló su cuerpo para dicho propósito. Así la mujer lleva la criatura en su vientre nueve meses y da a luz un niño que no es suyo. Aun cuando María sabía que Jesús no era su hijo en el sentido literal de la expresión, esto no impidió que ella lo quisiera como tal. En 1986 en los Estados Unidos se dio el caso de una mujer que alquiló su vientre, pero cuando tuvo una preciosa niña no quiso entregarla a la pareja que la había contratado.
En una ocasión María y José perdieron a Jesús en Jerusalén cuando tenía doce años y lo encontraron tres días después en el templo. En Lucas 2:48-50 leemos: “Cuando le vieron, se sorprendieron; y le dijo su madre: Hijo, ¿por qué nos has hecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado con angustia. Entonces él les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar? Mas ellos no entendieron las palabras que les habló.”
Que José y María perdieran de vista la verdadera naturaleza de Jesús fue algo natural porque ellos tenían la responsabilidad de cuidarlo, sin embargo Jesús mismo les aclaró quien era su Padre en verdad.
En otra ocasión en que se celebraba una boda María quería que “su hijo” se hiciera notar como lo quiere toda madre. Juan 2:3,4 declara: “Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino. Jesús le dijo:¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora.” Aunque amablemente, Jesús reprochó a María por su actitud y es bueno notar la forma en la que El se dirigió a ella llamándola “mujer” no madre ni mamá. De la misma forma lo hizo cuando moría en la cruz. Juan 19:26,27 dice: “Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre:Mujer, he ahí tu hijo. Después dijo al discípulo:He ahí tu madre.”
Jesús nunca dio preeminencia a María durante su vida. En una ocacion mientras se hallaban reunidos en un lugar a Cristo le dijeron que su madre y sus hermanos le buscaban, y él no detuvo la reunión para encontrarse con ellos, sino que dijo: «Mi madre y mis hermanos son los que escuchan la palabra de Dios y la practican.» Lucas 8:21 Cuando Jesús resucitó lo primero que hizo no fue ir donde se hallaba María, sino subir a la presencia de su Padre en los cielos. Es más, la biblia no menciona ningun encuentro especial de Jesús con María luego de la resurrección. La primera persona a la que él se mostró fue a Maria Magdalena, y luego se mostro a todos sus discipulos en varias ocaciones, aunque no es de dudar que María estaba entre ellos. Quizas en ese momento ella entendió como todos los demas el caracter veerdadero de Cristo y lo reconoció como su Salvador y el Salvador del mundo.
Es simple probar con Las Escrituras que María no es la madre de Dios, sino un instrumento escogido por Dios para un propósito especial en el plan de la redención del hombre. No hay dudas que María fue un ser humano a quien Dios le dio un privilegio como a ningún otro, sin embargo, esto no la ha elevado a un estado superior sobre el resto de las criaturas de Dios. No hay dudas que cuando vayamos al cielo, María será un personaje clave entre todos los personajes que se narran en la biblia como Elías, Pedro, Abraham, Moisés, entre muchos otros, pero María misma no ostentó, ni ostentará el titulo de ser la madre de Dios puesto que Dios es el creador y sustentador de todas las cosas incluyéndola a ella misma.
Fuente de la foto: wallpapercave.com