Para nosotros los cristianos las cosas que pasan en este mundo nos ayudan a entender cuan cerca estamos del pronto advenimiento de nuestro Señor Jesucristo. Actualmente el virus del Ebola esta creando preocupacion mundial. Paises han sellado sus fronteras, como lo ha hecho Senegal; y las aerolineas estan cortando sus conexiones con los paises infectados. En muchos paises se han tomado medidas por una posible penetracion de este mortal virus. Hay aquellos que dicen que EE.UU. tiene la cura, pero esta esperando que cunda el panico a nivel global. Otros cuestionan el por que la medicina experimental esta siendo usada en EE.UU. con dos ciudadanos de ese pais y no se llevo esa medicina a probarla en Africa. En fin, el mundo esta a la expectativa con relacion a esto.
Como cristianos ¿Debemos temer un eventual brote de Ebola en nuestro pais? La naturaleza humana tiende a preocuparse por el por venir, por esto Cristo nos dijo que dejaramos todo en las manos de Dios, pero a veces, debemos reconocer no nos resulta tan facil hacer esto.
Sea lo que sea que pase de aqui en adelante con el Ebola, nosotros tenemos que tener una cosa muy clara, Dios puede escoger librarte o bien puede no hacerlo. La biblia declara:
1.-«El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente… El te librará, de la peste destructora… No temerás pestilencia que ande en oscuridad, ni mortandad que en medio del día destruya. Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra; mas a ti no llegará.» Salmo 91:1-7
2.-«Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; Y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios; Al cual veré por mí mismo, y mis ojos lo verán, y no otro.» Job 19:25-27.
Pablo dijo: «Para mi el vivir es Cristo, y el morir ganancia.»
No debemos preocuparnos por el Ebola, porque por muy aterrador que parezca ser el cuadro, Dios esta al control de todo y sus angeles estan deteniendo los vientos de destruccion sobre el planeta. Todavia su misericordia intercede por nosotros, lo que debemos hacer es colocarnos completamente en sus manos y consagrar nuestras vidas a El enteramente. Lo demas, no importa.