Sin importar el país donde te encuentres, seguro has escuchado sobre la interesante campaña política que se está desarrollando en los Estados Unidos en este 2016. Los virtuales candidatos a la presidencia de la nación más poderosa del mundo, entre los dos partidos principales, casi todos los días dan mucho de qué hablar. Por el lado demócrata está Hillary Clinton, esposa del ex presidente Bill Clinton, quien no es bien apreciada por la mayoría de los votantes americanos. Del otro lado, en el partido republicano tenemos a Donald Trump, empresario multimillonario que antes de involucrarse en la política de lleno ya era toda una celebridad por su peculiar forma de ser. Según algunos analistas políticos, la situación electoral en este país es similar a la que se da muchas veces en los países hispanos, donde los votantes deben escoger al “menos malo” entre los aspirantes a la presidencia. A seis meses de las elecciones americanas, ambos candidatos han tenido que vencer muchos obstáculos. Entre ellos, ser elegidos como los nominados a la candidatura presidencial en sus respectivos partidos.
A Hillary Clinton solo le queda Bernie Sanders como contrincante político dentro de su partido. No obstante, se da por sentado que la candidatura es de ella. En el partido opositor, Donald Trump se deshizo de todos sus contrincantes en todas las primarias que se han llevado a cabo. Ted Cruz, Marco Rubio, Ben Carson, todos están fuera de la carrera presidencial por el partido republicano. Sin importar el movimiento que surgió espontáneamente -Never Trump- es decir, Trump nunca debe ser presidente, aun así la popularidad de este magnate crece y aumenta todos los días. Todos los -hoy eliminados candidatos- se pusieron a una para hacerle la vía imposible al millonario, pero sin ningún éxito. No importó que utilizaran las mismas palabras de Trump en contra suya, puesto que literalmente, este candidato habla sin pensar muchas veces. A pesar de insultar personas sin inmutarse, Donald Trump cuenta con un respaldo arrollador. Es difícil pensar que un hombre que dice una cosa hoy y otra mañana, o que dice algo y luego dice que no lo dijo, sea tan ampliamente apoyado por personas pensantes.
Entre muchas cosas, él ha dicho: Que el certificado de nacimiento del actual presidente americano es falso. Que su belleza radica en sus muchas riquezas. Que necesitamos el calentamiento global porque en Nueva York está haciendo mucho frio. Y que si su hija Ivanka no fuera su hija, a lo mejor estarían saliendo juntos. Sin embargo, las declaraciones que hizo contra los musulmanes y los mexicanos han sido las que más han llamado la atención de todo el mundo. Él se propone impedir la entrada a todo musulmán a los Estados Unidos y torturar a los terroristas. Planea deportar a cerca de once millones de indocumentados que se encuentran en su país. También pretende construir una grande muralla a todo lo largo de la frontera con México, y que sea el país azteca que pague por ella. No hay dudas que muchos, americanos y no americanos, están preocupados que un hombre como este pueda llegar a tener el mayor poder político sobre la tierra.
En un reciente discurso, Hillary Clinton implicó que una eventual presidencia de Trump podría significar el final del tabú global que ha permanecido durante 70 años, de no utilizar armas nucleares en las guerras. Ella dijo:
“Esta no es una persona que deba tener alguna vez los códigos nucleares… No es difícil imaginar que Trump nos lleve a la guerra solo por el hecho de que alguien se metió debajo de su delgada piel…¿Queremos que su dedo esté en algún lugar cerca del botón?” (La traducción es nuestra).
Sus palabras resuenan en los oídos de muchas personas alrededor del mundo. Gobiernos están preocupados por el desenlace de estas elecciones americanas. No se sabe que debemos esperar de este candidato. Trump ha elogiado al líder comunista norcoreano Kim Jong-Un y al presidente ruso Vladimir Putin. Él quiere dejar a todos los países correr sus propias suertes sin que Estados Unidos siga interviniendo como la policía mundial. Ha criticado organizaciones internacionales como la OTAN. Ha dicho que su país no puede seguir cargando con los gastos de otros, entre otras cosas similares.
No somos capaces de predecir el futuro y determinar si Trump será el próximo presidente de Estados Unidos o no, pero existe por lo menos un 50% de probabilidades de que así sea. De serlo, ¿Sería él como todos los demás candidatos que hablan y prometen mucho, pero al final hacen poco o nada? ¿Será Donald Trump solo una fachada política? ¿Será un personaje que hace lo que hace y dice lo que dice para seguir con este circo político? O ¿Realmente de llegar él a la presidencia muchas cosas pudieran cambiar en el mundo en que vivimos? En noviembre próximo sabremos las respuestas a estas preguntas.
Como cristianos una cosa si debemos tener bien segura, todo cuanto acontece en este planeta por extraño que parezca, es porque Dios lo permite. Dios sigue al control de este mundo, aun cuando cosas difíciles de entender suceden. Cuando Hitler estuvo en Alemania y mató a millones de judíos, Dios estuvo allí. Durante las dos guerras mundiales Dios mantuvo Su dominio sobre este mundo. A pesar de lo que está sucediendo en el Medio Oriente actualmente, especialmente en Siria con el estado islámico, Dios sigue dirigiendo los asuntos del planeta. Nosotros no entendemos el por qué Dios permite estas cosas, pero aun no entendamos, tenemos que saber que algún propósito Él tiene, y algún día lo entenderemos. El mundo actual es uno lleno de conflictos internacionales. No sabemos cómo el resultado de estas elecciones presidenciales en América afectará al mundo, pero aun en medio de la posible conmoción, podemos estar seguros que Dios seguirá rigiendo esta tierra.
Al profeta Daniel le fue revelada parte de la historia de este planeta. En ella vio como naciones subían y dominaban todo el mundo conocido para luego sucumbir ante otros imperios posteriores. Vio guerras, alianzas, movimientos bélicos. Daniel mismo vivió durante tiempos políticos muy cambiantes. Pero en medio de todo eso, él tenía algo claro:
“Sea bendito el nombre de Dios de siglos en siglos, porque suyos son el poder y la sabiduría. El muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes…” Daniel 2:20, 21
Aun si Donald Trump, una persona al parecer inestable, llega a ser el responsable de apretar el botón rojo que desencadene un conflicto nuclear sin precedentes, Dios seguirá al control.
http://www.marieclaire.co.uk/blogs/550112/donald-trump-quotes.html
http://www.youngcons.com/donald-trump-doesnt-want-america-to-be-the-worlds-policeman/
http://www.politico.com/story/2016/06/hillary-clinton-donald-trump-nuclear-button-223841
http://www.lasexta.com/noticias/noticias/donald-trump-elogia-kim-jong-hay-que-reconocer-merito_20160112572b16db6584a8e744e38631.html