En más de una ocasión he escuchado decir que la música es neutral. Según dicen algunos, la música no hace bien ni hace mal. Ella no tiene ningún efecto en nosotros, es amoral. Este planteamiento se hace comúnmente para apoyar el hecho que cada vez más y más cristianos están escuchando música mundana con letra cristiana. Diferentes ritmos del mundo como el rock, rap, reggaetón, entre otros son utilizados por los cristianos modernos con el fin de, supuestamente, alcanzar con el evangelio a aquellos que están fuera de la iglesia. Sin embargo, siendo honestos, estos ritmos también se usan entre los cristianos por el gusto particular de los individuos. Analicemos este tema desde la perspectiva bíblica y el enfoque científico. A manera de conclusión temprana podernos decir que el concepto de música amoral no existe. La música o alaba a Dios y tiene una influencia santificadora en nosotros o nos conduce al terreno del enemigo con todas sus consecuencias.
El arte de hacer música es extraterrestre, es decir, la música no se originó aquí en la tierra sino que antes de la creación de este planeta ya existía música en el universo. Lo sabemos por lo que describe el libro de Job.
“¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? Házmelo saber, si tienes inteligencia. ¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes? ¿O quién extendió sobre ella cordel? ¿Sobre qué están fundadas sus bases? ¿O quién puso su piedra angular, Cuando alababan todas las estrellas del alba, Y se regocijaban todos los hijos de Dios?” Job 38:4-7.
El creador de la música es Dios. Esta fue traída a la existencia para que con ella todas las criaturas del universo alabaran a su Creador. Cuando Dios decidió ordenar los elementos en esta tierra para que fuera habitable por nosotros, Él lo hizo al sonido de música. Esta servía de alabanza y llenaba de gozo a los seres creados por Él anteriormente. El mismo Dios canta cánticos de gozo.
“Jehová está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos.” Sofonías 3:17
Según la biblia en el cielo o lugar de morada de Dios en el vasto universo hay música. Nosotros cuando tengamos la oportunidad de pasarnos mil años en aquel lugar, como dice el libro de Apocalipsis, también seremos participes de la música y la alabanza que se llevan a cabo en aquel glorioso rincón del cosmos.
“Vi también como un mar de vidrio mezclado con fuego; y a los que habían alcanzado la victoria…con las arpas de Dios. Y cantan el cántico de Moisés siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos.” Apocalipsis 15:2, 3.
Dios originó la música y esta fue introducida en esta tierra desde el principio de la historia humana y desde entonces ha jugado un papel importante. En la biblia podemos separar o dividir la música en dos categorías: Música para la alabanza de Dios y regocijo de su pueblo, y música utilizada en la adoración de otros dioses, así como también para complacencia personal. En 2 Crónicas 5:11-14 leemos:
“Y cuando los sacerdotes salieron del santuario, (porque todos los sacerdotes que se hallaron habían sido santificados…estaban con címbalos y salterios y arpas al oriente del altar; y con ellos ciento veinte sacerdotes que tocaban trompetas:) Cuando sonaban, pues, las trompetas, y cantaban todos a una, para alabar y dar gracias a Jehová: y a medida que alzaban la voz con trompetas y címbalos y otros instrumentos de música, y alababan a Jehová, diciendo: Porque él es bueno, porque su misericordia es para siempre: entonces la casa se llenó de una nube, la casa de Jehová. Y no podían los sacerdotes estar allí para ministrar, por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Dios.”
La música tocada y cantada en aquella oportunidad fue de agrado a Dios. Él manifestó su presencia visiblemente en medio de Su pueblo. La música que es de agrado a Dios, también tiene la particularidad de alejar al adversario y sus malos espíritus. En 1 Samuel 16:23 encontramos:
“Y cuando el espíritu malo de parte de Dios venía sobre Saúl, David tomaba el arpa y tocaba con su mano; y Saúl tenía alivio y estaba mejor, y el espíritu malo se apartaba de él.”
Permíteme aclarar que en el pensamiento judío todo lo que Dios permitía se le atribuía a Él como responsable, es por esto que el texto dice que un espíritu malo de parte de Dios atormentaba a Saúl. Esto no puede ser literalmente así porque en primer lugar Dios no tiene espíritus malos para atormentar a nadie, y en segundo lugar en el mismo capítulo es verso 14 se nos dice que el Espíritu de Jehová se apartó de Saúl. Es decir, Dios lo dejó a su suerte, su protección ya no estaba sobre él y otro espíritu venia a atormentarle. La biblia enseña sin lugar a dudas que solo hay dos caminos, o estamos con Dios o con el diablo. Este espíritu maligno que atormentaba al rey de Israel que había sido rechazado por desobedecer a Dios, se veía forzado a huir y a apartarse debido a la música que tocaba David, que dicho sea de paso, no menciona que esta tuviera algún tipo de letras, y se las hubiera tenido seguro hubieran sido las de algún salmo. La biblia dice que la música que David tocaba daba alivio a Saúl. El efecto era causado solo por la música. Entonces es claro que la música que alaba a Dios puede acercarnos a Él. Así como también puede alejar a los espíritus de las tinieblas. Del otro lado podemos ver que en la biblia hay música que se utilizó en la adoración de otros dioses y esta condujo al desenfreno. Éxodo 32:15-25 nos dice:
“Y volvió Moisés y descendió del monte, trayendo en su mano las dos tablas del testimonio, las tablas escritas por ambos lados…Cuando oyó Josué el clamor del pueblo que gritaba, dijo a Moisés: Alarido de pelea hay en el campamento. Y él respondió: No es voz de alaridos de fuertes, ni voz de alaridos de débiles; voz de cantar oigo yo. Y aconteció que cuando él llegó al campamento, y vio el becerro y las danzas, ardió la ira de Moisés, y arrojó las tablas de sus manos, y las quebró al pie del monte….Y viendo Moisés que el pueblo estaba desenfrenado, porque Aarón lo había permitido, para vergüenza entre sus enemigos…”
Podemos notar a simple vista que la música que se tocaba era música bailable que llevó al pueblo al desenfreno. Es decir, dieron rienda suelta a sus pasiones. Por lo que percibió Josué, siervo de Moisés, la música debió haberse estado tocando en algún volumen alto o de una forma que no sonara razonable. El pensó que había una batalla en el campamento. Ciertamente era una música que no adoraba a Dios sino que más bien conducía a la complacencia propia. En el Apocalipsis, Babilonia representa confusión y podemos ver el anuncio de la caída de este sistema corrupto y de falsedad. Notemos que caerá también, específicamente, junto con Babilonia:
“Y un ángel poderoso tomó una piedra, como una gran piedra de molino, y la arrojó en el mar, diciendo: Con el mismo ímpetu será derribada Babilonia, la gran ciudad, y nunca más será hallada. Y voz de arpistas, de músicos, de flautistas y de trompeteros no se oirá más en ti.”
Es decir, que en la música babilónica de confusión también será destruida junto con el sistema de falsedad. Hay muchos otros pasajes de la biblia que nos muestran sin lugar a dudas que hay dos tipos de música con efectos diferentes. La música no es amoral, no es neutral, esta tiene un efecto en nosotros sea positivo o negativo. Esto viéndolo desde la perspectiva bíblica. Pero hoy en día estamos en otros tiempos, otras culturas, otros estatus sociales, ¿Será que la música de hoy es diferente a la antigua? ¿Los diferentes ritmos actuales serán amorales? ¿Afecta o no la música a las personas independientemente de las letras? Numerosos estudios han demostrado que la música en sí misma, sin letras, tiene un efecto, ya sea positivo o negativo, sobre nosotros. Una forma sencilla de ilustrarlo es viendo cualquier película. Una película sin música no tendría el mismo éxito que tiene con música. Las películas de suspenso y terror mantienen a los espectadores en sus asientos por más de dos horas gracias a la banda sonora de dichas películas. La expectación de lo que pasará se transmite a través de la música. El miedo, la angustia, el dolor, todas esas emociones son llevadas hasta nuestro ser sin darnos cuenta por medio de la música. Inclusive, se han hecho experimentos tomando la misma escena de una película y ambientándola con diferentes efectos de música, y la percepción de los espectadores cambia por completo. Una misma escena puede utilizarse tanto para terror como para romance. Todo depende de la música.
Son bien conocidos los efectos positivos de la música sobre el cuerpo humano. La música adecuada reduce el dolor, controla la presión sanguínea, incrementa o reduce el ritmo de latidos del corazón, afecta la respiración, acelera la recuperación en pacientes que han sufrido derrames cerebrales, ayuda al sistema inmunológico, alivia la migraña, incrementa el coeficiente intelectual, ayuda la concentración y la memoria, incrementa el desempeño atlético, ayuda a dormir, disminuye el estrés, entre otras cosas. Pero, hay estilos y ritmos de música que hacen todo lo contrario a lo citado anteriormente. Cierta música incrementa el nivel de estrés, aumenta el latido del corazón, causa ansiedad, en fin, efectos totalmente negativos que realmente no quisiéramos tener en nuestras vidas.
Es bien sabido que la música tiene un poder directo sobre el cerebro, afecta hasta el recuerdo. El cantante de música heavy metal Marilyn Manson una vez dijo: «La música es la forma de magia más fuerte.» Hay un refran que reza -Las palabras se toman de quien las diga.- Este cantante de música alternativa sabe muy bien de lo que esta hablando. Con su música puede afectar la forma de vestir, actuar y hasta de pensar de sus seguidores. Y no solo él, sino que cientos de artistas del mundo asi como también dentro de la iglesia hacen lo mismo.
Una cosa es segura, la música ha sido diseñada por Dios como medio para elevarnos hacia Él, pero Satanás se ha encargado de destruir todo lo bueno que Dios creo, con el fin de dañar la imagen Suya en el hombre. La música mundana no es apta para los cristianos por sus letras de doble sentido y baja moral. Sin embargo, el diablo se la ha ingeniado para que los cristianos eliminen las letras malas y continúen escuchando la misma música pero con letras que hablan del amor y el evangelio, y así logra tener acceso a las mentes de ellos de una forma imperceptible. ¿No crees que debemos pedirle a Dios que nos ayude a seleccionar bien la música a la cual prestamos nuestros oídos? Porque sin importar las letras, la música hará su función en ti y en mi.